PERUMIN 2025: La formalización de los mineros artesanales en el centro del debate

La 37ª edición de la convención minera PERUMIN, celebrada del 22 al 26 de septiembre de 2025, trasladó las cuestiones de responsabilidad social de las empresas (RSE) y la situación de los mineros artesanales y de pequeña escala (MAPE) al centro de los debates. Esta edición estuvo claramente marcada por el llamamiento a la formalización y a la inclusión social, en un momento en que el sector minero peruano busca conciliar el desarrollo económico, la protección del medio ambiente y la justicia social.

Un marco jurídico pendiente de reforma

En la ceremonia de clausura, la presidenta peruana, Dina Boluarte, instó al Congreso a aprobar una nueva ley en materia de minería artesanal y de pequeña escala (MAPE), subrayando la urgencia de un marco «con sentido social». Recordó que, en agosto de 2025, su gobierno presentó 11 recomendaciones clave a la Comisión de Energía y Minas, destinadas a formalizar las actividades de los mineros artesanales, que a menudo se enfrentan a la marginación y a condiciones de trabajo precarias.

Estas propuestas incluyen:

  • Ampliar el plazo de inscripción en el Registro Integral de Formalización Minera (REINFO): actualmente, sólo están inscritos 90 000 de los 500 000 mineros artesanales que se estiman en Perú, y apenas 2000 han superado el proceso de formalización. Los mineros piden una prórroga de dos años (hasta 2026) para cumplir las normas legales y finalizar su integración en el sector formal.
  • Acceso más fácil a la financiación: Un estudio reciente revela que los mineros artesanales peruanos necesitan 344 millones de dólares de financiación para aumentar su producción y formalizar sus operaciones. El desarrollo de mecanismos financieros apropiados, como préstamos con condiciones favorables o asociaciones público-privadas, se considera esencial para su inclusión en el sistema bancario y en el mercado formal.
  • La creación de cadenas de suministro trazables y responsables: Iniciativas pioneras, como la liderada por Minera Yanaquihua SAC en colaboración con la Asociación Suiza Better Gold, demuestran que es posible crear cadenas de suministro internacionales trazables, ofreciendo a los mineros artesanales apoyo técnico e incentivos comerciales al tiempo que se cumplen las normas medioambientales y sociales.

 

Principales retos económicos y sociales

Las cifras presentadas en la convención ilustran la importancia del sector minero para la economía peruana: las transferencias a las regiones por concepto de cánones y tasas mineras alcanzaron los 8900 millones de soles a finales de julio de 2025, el segundo nivel más alto desde que existen registros. Además, el empleo en el sector creció un 9,8% en julio, con un aumento de la participación femenina, que alcanzó los 20 687 puestos de trabajo ocupados por mujeres.

Sin embargo, estos resultados económicos contrastan con la realidad de los mineros artesanales, a menudo excluidos de los beneficios del sector formal. Los debates subrayaron la necesidad de reforzar los mecanismos para el control y la lucha contra la minería ilegal, integrando a su vez a la MAPE en una economía circular y responsable.

Los participantes en PERUMIN 2025 hicieron hincapié en la importancia de promover un modelo minero «centrado en las personas», que fomente la participación ciudadana, proteja el medio ambiente y garantice beneficios equitativos para las comunidades locales. «El sector minero del mañana no se construirá de forma aislada, sino a través de asociaciones que diversifiquen las cadenas de valor y fomenten la innovación», afirmó la presidenta Boluarte. Los debates abordaron, asimismo, la cuestión de la seguridad y la lucha contra el crimen organizado, con un riesgo mayor a medida que suben los precios.

OCIM en primera línea

PERUMIN 2025 ha confirmado que la formalización de los mineros artesanales y la integración de las cuestiones de RSE son prioridades esenciales para el sector minero peruano. Con el Congreso decidido a aprobar una nueva ley MAPE, los actores del sector y la sociedad civil esperan medidas concretas para hacer de estos compromisos una realidad. Ampliar los plazos de formalización, facilitar el acceso a la financiación y crear cadenas de suministro responsables son formas de construir un futuro en el que la industria minera se convierta en una palanca para el desarrollo sostenible y la inclusión social.
OCIM, que estuvo presente en la exposición, está plenamente alineada con este enfoque gracias a sus dos plantas de procesamiento situadas en el sur de Perú. Mediante su apuesta por el abastecimiento de mineral de oro sostenible y responsable, la empresa ayuda a los mineros artesanales a cumplir los requisitos de la LBMA, la autoridad independiente de los metales preciosos. Dichos requisitos son muy amplios y abarcan desde la seguridad de las comunidades de MAPE hasta su protección social, la gestión de los residuos y la legalidad del marco en el que operan. Además, OCIM ofrece a estas comunidades un precio justo y unas condiciones de compra que recompensan de manera justa su trabajo. Todas estas medidas hacen de OCIM un actor principal en la creación de una cadena de valor del oro verdaderamente responsable en Perú.

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